BOTONES DE NÁCAR

La necesidad de atar la ropa es casi tan antigua como la ropa. Por supuesto, en el principio esto se realizaba con nudos, broches, ganchos, lazos, y cualquier otra cosa que puede albergar a dos capas de tela o cuero. Los primeros botones aparecen durante la Edad del Bronce. Los más antiguos fueron encontrados en el valle del río Indo, en lo que ahora es la tierra de India. Estaban hechos de cualquier tipo de material que tenía un procesamiento fácil.

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Los botones de nácar y la moda

Hoy día la moda da la atención necesaria al uso de los botones de nácar. Ellos convierten en algo distinto y más bello los vestidos, blusas y camisas finos de seda. Se fabrican en un sinnúmero de variantes, que imparten espíritu y singularidad de la prenda. Se convierten en un accesorio que hasta hace las joyerías innecesarias. Los botones de nácar más gruesas que, obviamente, han sido sometidos a un tratamiento difícil, se utilizan con el mismo éxito que los más finos, que parecen a una escama o una piecita de concha natural.

Ejemplos fascinantes desde el siglo 18 hasta la actualidad se conservan en el Museo de Botones en Italia. Periódicamente se organizan exposiciones en los museos más grandes del mundo, donde uno puede ver cómo los pequeños botones de nácar impresionaban a los hombres durante siglos.

Producción

Hoy Filipinas y Japón son los principales proveedores del nácar, producido por moluscos.

Hoy día la tecnología de producción de botones de nácar es muy diferente de la antigua artesanía. Las oportunidades de los equipos modernos han convertido los botones de este material en más baratos y más accesibles. Al mismo tiempo, su belleza es natural e irresistible y cumple con el afán de utilizar principalmente y lo máximo posible materiales y tejidos de origen natural.

Por lo general, la cara visible es más clara y la parte trasera está en la gama más oscura y conserva la rugosidad de la concha. Los modelos de uso común son densos, gruesos y duraderos. Los botones de nácar modernos no se rompen fácilmente y usted no tiene que cambiar el estilo de su vestido, porque uno o dos de ellos se han roto. El tamaño habitual es de 14 a 18, pero si usted tiene requisitos especiales, los botones se pueden fabricar en cualquier otro tamaño. Los botones de nácar incluso se pueden hacer con el tamaño 40.

La historia de los botones brillantes de nácar

El interior brillante de las conchas atrajo la atención de la gente antigua aún desde los albores de la civilización. El brillaba con diferentes colores según el sol y era muy extraordinario y bello. Desde el descubrimiento de su belleza hasta su utilización para sujetar la ropa había solamente un paso muy pequeño y la gente logró hacerlo en un tiempo corto. Tanto más que las conchas se procesaban con facilidad y se encontraban en cantidades abundantes. Así aparecieron los bellos botones de nácar.

Muchos siglos han pasado, durante los cuales a veces ya fueron olvidados, ya de nuevo eran modernos. Desde la Edad Media encontraron su lugar permanente en nuestra ropa. Había períodos en los que sobre una ropa se utilizaron decenas y centenas de ellos. Existe una vestidura de rey Francisco I que fue adornado con más de 13 mil botones – por supuesto no botones de nácar sino dorados. Ellos eran considerados como un signo de alto status social y riqueza y estaban disponibles sólo a ciertas clases de la sociedad.

En los tiempos más modernos los pequeños botones de nácar se convirtieron en una escena para la maestría de artistas, grabadores y joyeros. A menudo se transformaban en obras de arte para las que los coleccionistas pagan cantidades sustanciales de dinero.

El nácar – la madre de las perlas

Hoy los distintos botones de nácar son una manifestación de la tendencia constante en las últimas décadas de usar materiales naturales. El nácar, que es la materia prima de su fabricación, está muy cerca en composición a las verdaderas perlas. Está secretado por el molusco en su intento de hacer la concha perfectamente lisa y protegerse del efecto irritante de materias extrañas y parásitos que han logrado entrar en ella. En realidad está compuesto por unas placas de carbonato de calcio, dispuestas paralelamente a la superficie. Sus capas están separadas por unas de biopolímeros elásticos lo que contribuye a la resistencia de la concha.

Al seleccionar botones de nácar, debe recordar que la diferencia entre ellos y las verdaderas perlas es muy pequeña. En las perlas las placas de carbonato de calcio están dispuestos perpendicularmente a la superficie y radialmente al irritante que posteriormente se transforma en un núcleo de la perla.

El color del nácar puede variar de oscuro a blanco, en función del tipo del molusco que lo produce. Sus rasgos característicos son el brillo y el cambio del color con el cambio del ángulo desde que se observa. Durante los milenios las conchas de nácar se han utilizado para diferentes propósitos, desde un medio de intercambio en el comercio hasta un material impresionante para joyas, camafeos y obras de arte, y, por supuesto – para los botones brillantes de nácar.